Berlín: qué ver y qué hacer en la capital de Alemania

Berlín está hecha para pasear, recorrer sus calles, admirar sus monumentos y tomar conciencia de todo lo que en ella sucedió.

La capital de Alemania es una ciudad muy especial y sin duda merece ser visitada al menos una vez en la vida. Así que si estás preparando una escapada a Berlín no te puedes perder este post porque te vamos a contar qué ver y qué hacer en Berlín.

Qué ver en Berlín

Para que te resulte más sencillo preparar tu viaje a Berlín, en este mapa te mostramos los principales lugares de interés de la ciudad.

Puerta de Brandeburgo

La Puerta de Brandeburgo es una de las antiguas puertas de entrada a Berlín. 

Inaugurada en el año 1791 simboliza el triunfo de la paz por encima de las armas. Es, sin duda, uno de los símbolos de la ciudad.

 Su estilo neoclásico recuerda a las construcciones típicas griegas, como la Acrópolis de Atenas.

Puerta de Brandeburgo

Tras la Segunda Guerra Mundial, quedó gravemente dañada pero en 1956 se consiguió restaurar.

Después de la construcción del Muro de Berlín en 1961 la puerta quedó en tierra de nadie, atrapada entre el este y el oeste y aislada, sin que se pudiera acceder a ella.

Pero cuando el muro cayó en 1989, la Puerta de Brandeburgo recuperó de nuevo todo su protagonismo. Actualmente está ubicada en Parisier Platz y mi consejo es que la visites tanto de día como de noche.

Detalle puerta

Reichstag (Parlamento Alemán)

La sede del poder alemán se encuentra a unos pocos pasos de la Puerta de Brandeburgo.

El Reichstag es un edificio de estilo clásico coronado por una gran cúpula moderna que es toda una atracción ya que es posible visitar su interior.

Reichstag

Está colocada justo encima de la Sala de Plenos del Parlamento y fue diseñada por Norman Foster. Viene a simbolizar la idea de que todo el poder se concentra en este lugar.

Cúpula del Reichstag

Interior cúpula Reichstag

Vistas desde la cúpula

Muro de Berlín (East Side Gallery)

Cuando hablamos de Berlín, inevitablemente pensamos en su muro.

Durante 28 largos años la ciudad estuvo separada por el llamado muro de la vergüenza.

Cuando terminó la II Guerra Mundial, Berlín quedó dividido en cuatro sectores de ocupación: soviético, estadounidense, francés e inglés. 

Debido a las malas relaciones entre comunistas y aliados surgieron dos monedas, dos ideales políticos y por consiguiente, dos Alemanias. Así fue como en el año 1949 nacieron la República Federal Alemana (RFA) y República Democrática Alemana (RDA).

Muro de Berlín  

A medida que iba pasando el tiempo, la Alemania oriental perdía población debido sobre todo a su maltrecha economía, mientras que la RFA prosperaba.

Para evitar la pérdida de población constante, en 1961 la RDA decidió levantar un muro provisional y una alambrada de unos 155 kms. Era el comienzo de la división de Berlín en dos partes. 

El resto de la historia es conocida por todos, sobre todo su final aquel 9 de noviembre de 1989.

Muro de Berlín

Actualmente se conservan casi 1,3 kms de aquel muro.

Toda la zona en la que se encuentra se conoce con el nombre de East Side Gallery y es de acceso libre. 

Muro de Berlín

Lo que queda del Muro de Berlín

Toda la pared del muro está cubierta de numerosas pinturas que explican y muestran los acontecimientos de este momento histórico.

Y tras el East Side Gallery hay también una zona ajardinada que cuenta con varios restaurantes y bares que discurren paralelos al río Spree. 

Orilla del río Spree

Alexanderplatz

Es la plaza más antigua de la ciudad y el centro neurálgico de Berlín. Aquí tienen cabida lo antiguo y lo moderno, la tradición y la tecnología.

Estación de metro Alexanderplatz

En este mismo espacio conviven la famosa Torre de Televisión, visible casi desde cualquier parte de la ciudad y a la que puedes subir, un Reloj Mundial, que nos indica la hora de todas las ciudades del mundo y la Fuente de la Amistad entre los Pueblos.

Reloj Mundial en Alexanderplatz

Catedral de Berlín (Berliner Dom)

Muy cerca de Alexander Platz se encuentra la Catedral de Berlín.

No puedes irte de la ciudad sin visitar esta joya. Situada a orillas del río Spree, la Catedral es inconfundible gracias a sus cúpulas verdes. Se construyó entre los años 1894 y 1905 encima de los restos de una pequeña catedral barroca del siglo XVIII.

Durante la Segunda Guerra Mundial, una bomba destruyó la cúpula que vemos hoy en día pero posteriormente se restauró hasta quedar como la podemos ver actualmente. Es posible subir a esta cúpula.

Catedral de Berlín

Isla de los Museos

Con este nombre se conoce a uno de los conjuntos museísticos más importantes del mundo.

En la Isla de los Museos podemos disfrutar nada más y nada menos que del Museo de Pérgamo, el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Antigua Galería Nacional y el Museo Bode.

Un barco navegando junto a la Isla de los Museos

Este complejo alberga diferentes colecciones arqueológicas y de arte y está declarado Patrimonio de la Humanidad. 

Mi consejo personal es que por lo menos visites el Museo de Pérgamo, ya que es el más imponente de todos. En su interior se encontrarás una impresionante colección de Antigüedades y dos museos: el Museo de Oriente y el Museo de Arte Islámico.

Museo Altes en la Isla de los Museos

Antigua Galería Nacional de Berlín

Monumento al Holocausto

Muy próximo a la Puerta de Brandeburgo se encuentra este monumento de reciente construcción (2003-2005). 

2711 bloques de hormigón recuerdan a los judíos asesinados en Europa durante el Holocausto. Los diferentes bloques están dispuestos a distintas alturas, de manera que si recorres los pasillos que hay entre ellos llegará un momento en que te sentirás atrapado.

La razón es que el monumento está construido con el fin de que el visitante pueda imaginar la angustia del Holocausto.

Para que completes tu visita a este monumento debes entrar en el Centro de Información de visitantes habilitado en el piso subterráneo.

En él hay una exposición que da un amplio repaso a la política nacionalsocialista de exterminio llevada a cabo entre los años 1933 y 1945.

También se exhiben testimonios de personas que sufrieron ese calvario, historias de familias judías, etc. Es una visita un tanto sobrecogedora pero creo que, al mismo tiempo, necesaria.

Monumento al Holocausto Judío

Checkpoint Charlie

Durante la llamada Guerra Fría, el Checkpoint Charlie era el punto de separación entre el Berlín del Este y el del Oeste.

Tras la construcción del Muro de Berlín, la posibilidad de cruzar de un lado a otro era prácticamente imposible. Sin embargo, el alcalde del Berlín Occidental logró que sus ciudadanos pudieran visitar la parte oriental. El lugar usado para cruzar el otro lado era el Checkpoint Charlie.

Desde el año 2001 en el mismo lugar donde se ubicaba el Checkpoint Charlie hay un réplica, casi exacta, de esta especie de frontera.

La dirección es Friedrichstraße, 44.

Cartel en Checkpoint Charlie

Postdamer Platz

Tras ser arrasada durante la Segunda Guerra Mundial y quedar dividida en dos por el muro, hoy en día Postdamer Platz es un lugar renovado y bullicioso. Olvidada durante los años de separación, tras la caída del muro la plaza empezó a recuperarse.  

Para descubrir esta plaza puede ser interesante comenzar una pequeña ruta en la Puerta de Brandeburgo, recorrer a pie la brecha del suelo que marca el camino que seguía el antiguo muro y llegar directamente hasta la Postdamer Platz.

 También puedes subir al mirador Panoramapunkt, situado en la Torre Kollhoff.

El precio de la entrada es 7 € (dic. 2016) pero las vistas merecen la pena. 

Línea de separación del Muro de Berlín

Estos son para mí los lugares imprescindibles para una primera visita a Berlín.