Petra y Artà son dos de las localidades más bonitas y pintorescas de Mallorca. Situadas en la zona norte de la isla ambas reciben también el sobrenombre de ciudades de piedra.
Sus calles, sus monumentos y su historia no te dejarán indiferente. Así que si tienes pensado visitarlas en un futuro no te pierdas este post. En él te contamos qué ver en Petra y Artà.
Tabla de contenidos
Petra
Si tuviera que definir con una sola palabra el bonito pueblo de Petra diría serenidad. Y es que cuando uno pasea por las calles de esta pequeña localidad mallorquina siente que el tiempo se ha detenido por completo.
Todo es calma, tranquilidad y sosiego.
Qué ver en Petra
Gracias a su reducido tamaño te resultará muy sencillo visitar Petra. De hecho en una mañana o una tarde podrás descubrir sus principales lugares de interés:
Iglesia de San Pedro
Construida en el siglo XIII pero terminada en el XVIII la Iglesia de San Pedro es de estilo gótico, en ella fue bautizado Miguel José Serra Ferrer, el futuro Junípero Serra (importante misionero español del siglo XVIII) y se trata de uno de los templos parroquiales mas grandes de Mallorca.
Sus dimensiones no pasan desapercibidas, así que no será complicado localizarla.
Casa – Museo Junípero Serra
Otro de los lugares de interés de Petra es la Casa Museo del misionero Junípero Serra.
Situada en la antigua calle Barracar Alt, una de las más antiguas y bonitas del pueblo, acoge en su interior numerosos muebles, enseres y pertenencias del beato.
La casa donde nació Junípero Serra constituye un ejemplo perfecto de vivienda tradicional utilizada por los campesinos mallorquines durante los siglos XVII y XVIII.
Justo al lado del museo se halla también el llamado Centro Fray Junípero Serra, un espacio donde se explican su vida, su labor y sus evangelizaciones en tierras americanas.
Fray Junípero Serra fue un fraile franciscano fundador de numerosas misiones cristianas en la conocida como Alta California (en la actualidad este territorio se correspondería con parte del estado de California, Nevada, Arizona y Colorado).
Plazas, calles y rincones con encanto
La verdadera belleza de Petra quizás resida en sus calles, sus puertas, sus flores, sus ventanas.
Petra tiene el poder de calmar al viajero que llega con prisas, de parar los pies al que quiere correr y de transmitir tranquilidad y paz.
Así que en tu visita a Petra déjate llevar, camina sin rumbo, explora, piérdete y descubre uno de los pueblos más bonitos de la isla.
Y por favor no te vayas sin ver la bonita Carrer del Barracar Alt. Una de las más antiguas y donde posiblemente tuvo su origen esta ciudad de piedra.
Artà
Seguimos con nuestras recomendaciones sobre qué ver en Petra y Artà y llegamos a la segunda ciudad de piedra, Artà.
En Artà hasta el más pequeño de los rincones tiene su encanto resultando ser un placer caminar sin rumbo por cada uno de ellos.
Y es que Artà es de esos lugares donde la noción del tiempo se pierde entre calles, iglesias, tejados y más tejados.
Qué ver en Artà
A diferencia de Petra en Artà tendrás que poner en práctica tu energía y tu equilibrio para subir las empinadas calles y cuestas de todo el pueblo. Pero esta tarea no te resultará complicada ya que la recompensa merece mucho la pena.
Cuando visites Artà no te pierdas estos puntos de interés:
Plaza del Agua
Esta coqueta plaza, situada en la encrucijada de varias calles, es uno de los lugares más conocidos y emblemáticos de Artà.
En un principio funcionó como punto de reunión de sus habitantes, después como mercado de abastos y durante algún tiempo en ella también se encontraba la fuente que suministraba agua a todo el pueblo.
En la actualidad la Plaza del Agua es un recuerdo más del pasado de Artà.
Santuario de San Salvador
Este monumento es quizás el más popular de Artà.
Situado sobre un pequeño cerro que domina todo el pueblo, el Santuario de San Salvador forma parte de un conjunto amurallado que incluye además un museo diocesano y varias dependencias.
Para llegar hasta él hay que subir los 180 escalones que comienzan en la llamada Iglesia de la Transfiguración del Señor y terminan frente al Santuario y su estupendo mirador.
Historia del Santuario de San Salvador
Hay que ser justos con la historia y decir que el Santuario de San Salvador no siempre fue cristiano.
Durante la etapa musulmana de la ciudad el mencionado cerro era el lugar donde se encontraba la Almudaina, una robusta fortificación árabe en la que había además una mezquita. Pero llegó Jaime I, conquistó Artà y convirtió la mezquita en iglesia.
Después varias modificaciones y reformas dieron como resultado el edificio que vemos hoy (siglo XIX).
Una vez arriba la Iglesia de San Salvador nos da la bienvenida. Estamos ya dentro del Santuario de San Salvador.
De estilo renacentista, con planta de cruz latina y bóveda de cañón la iglesia guarda en su interior la imagen de la Virgen de San Salvador, patrona de Artà.
Detrás de la iglesia y rodeando todo su perímetro se encuentran las antiguas murallas de la fortificación, también hay una pequeña tienda de recuerdos y un bar – cafetería.
El mejor mirador de Artà se encuentra justo en frente de la Iglesia de San Salvador.
Desde él se tienen unas preciosas vistas de los tejados y casas de Artà. Una imagen difícil de olvidar.
Na Batlessa
En la actualidad Na Batlessa es la Biblioteca Municipal de Artà sin embargo no siempre tuvo esta función.
A finales del siglo XIX y primeros del XX llegaron a Artà los primeros emigrantes que habían hecho grandes fortunas en tierras americanas.
A su regreso los llamados «indianos» comenzaron a construir casas señoriales en el pueblo. Con ellas querían dejar constancia de su poderío económico y al mismo tiempo «competir» con las clases nobles y acomodadas de Artà.
Na Batlessa es un ejemplo perfecto de las mencionadas casas señoriales.
Calles de Artà
Aunque suene recurrente lo mejor que puedes hacer en tu visita a Artà es perderte por sus calles. Subir, bajar, volver a subir y descansar en cualquiera de sus plazas.
Solo así podrás comprobar que Artà es un deleite para los sentidos.
Dónde comer en Artà
Llegamos a Artà después de visitar Petra. Pasamos toda la tarde en esta «ciudad de piedra» y cuando llegó el anochecer decidimos cenar en el pueblo.
El lugar elegido fue Es Niu, un coqueto, bonito y colorido restaurante italiano situado en el corazón de Artà. Y debo decir que acertamos de lleno ya que la comida estaba riquísima, el local era precioso y el trato exquisito.
Recomendable 100%.
Algunos de nuestros platos fueron carpaccio de calabacín y pasta fresca (fetuccini) con tres quesos, nueces y trufa ♥
Y hasta aquí nuestras recomendaciones sobre qué ver en Petra y Artà.
Completa tu viaje a MALLORCA con estas actividades:
que chulo el post!! A mi el pueblecito de Artá me encantó, Petra no lo conozco. Me quedaría en Mallorca una buena temporada para meditar, respirar, relajarme, reflexionar….es maravillosa la isla. Que ganas de volver a ella!!
Muchísimas gracias!!!! 😉
No me extraña nada que te guste Artà..es un pueblo encantador. Y con Petra pasa lo mismo. Son dos pueblos preciosos, parece que no pasa el tiempo en ellos!!
Y sí, a mí también me gustaría pasar una temporada en Mallorca. Es una isla maravillosa 🙂
Saludos viajer@s!!!