De todas las ciudades marroquíes que conozco me atrevería a decir que Fez es la más auténtica.
Su enorme medina atrapa y enamora a partes iguales. Sus calles son artesanía pura. Sus murallas, mezquitas y plazas te trasladan a otra época.
Y es que Fez es el corazón y la verdadera esencia de Marruecos.
Tabla de contenidos
Por qué visitar Fez
Fez pertenece al conjunto de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos (Marrakech, Fez, Meknes y Rabat) siendo la más monumental de todas ellas.
Su laberíntica medina está declarada Patrimonio de la Humanidad y no es para menos. Sus dimensiones la convierten en la más grande del mundo gracias a sus miles de calles y callejuelas, resultando prácticamente imposible orientarse dentro de ella.
Pero no te preocupes todos los caminos llevan, en este caso a la bonita puerta Bab Bou Jeloud (puerta azul).
Qué ver en Fez
Si estás planeando una escapada a Fez necesitarás, al menos, 2 días para visitarla con tranquilidad.
La medina concentra en su interior la mayor parte de los lugares de interés pero no puedes marcharte de la ciudad sin conocer el barrio de El-Jedid y las murallas que la rodean.
Bab Bou Jeolud (Puerta azul)
Comenzamos nuestro recorrido por Fez en Bab Bou Jeolud. La llamada puerta azul da acceso directo a la medina de la ciudad.
Decorada con azulejos azules en su parte delantera y verdes (el color del Islam) en la trasera, Bab Bou Jeolud está formada por varios arcos simétricos debidamente ornamentados.
Cuando pases por debajo de la puerta y cruces al otro lado te encontrarás ya en el corazón de la medina de Fez.
A partir de aquí el espacio se bifurca en dos calles, Tala el-Kbira y Tala Sghira. La primera de ellas es de mayor longitud y conseguir llegar hasta el final es toda una proeza. La segunda es más corta pero igualmente laberíntica.
Nosotros lo que hicimos para orientarnos dentro de la medina fue tomar como referencia esta puerta.
Si en un momento determinado no sabíamos dónde estábamos lo que hacíamos era buscar el cartel indicativo de Bab Bou Jeolud. Así, de esta manera, era más sencillo volver al punto de partida.
Madrasa Bou Inania
A unos 150 metros más o menos de Bab Bou Jeloud tenemos la Madrasa Bou Inania, en Tala el-Kebira. Data del siglo XIV y se trata de la escuela de estudios coránicos más importante de la ciudad.
Lleva el nombre del sultán que la mandó construir y su interior es realmente espectacular.
Cuenta con un amplio patio decorado con mármoles en torno al cual se distribuyen las diferentes estancias o habitaciones de los alumnos y una pequeña mezquita.
A mi personalmente me pareció preciosa. El nivel del detalle de la piedra y la madera es impresionante.
La entrada a la Madrasa Bou Inania cuesta 20 dirhams (2 € – mayo 2019).
Todos los días de 8:30 a 18 h.
Viernes cerrado.
Plaza Nejjarine
Seguimos recorriendo Tala el-Kebira y llegamos a uno de los lugares más emblemáticos de Fez. Estamos en la Plaza Nejjarine.
Antiguamente esta plaza acogía un caravasar (especie de almacén donde los comerciantes paraban para descansar y hacer noche) y estaba centrada fundamentalmente en los trabajos de carpintería y ebanistería.
Hoy en día el espacio del caravasar Nejjarine lo ocupa el Museo de Artes y Oficios, el cual es posible visitar.
Por otro lado, en un lateral de la plaza encontramos la fuente más antigua de todo Fez.
Mausoleo de Mulay Idriss
Para ponerte en situación te diré que Mulay Idriss fue el fundador de la ciudad de Fez.
Considerado descendiente directo del profeta Mahoma tuvo la habilidad de convertir al Islam a los bereberes que habitaban la zona del actual reino alaouita instaurando posteriormente la primera dinastía imperial: los Idrisidas.
En medio del laberíntico zoco de calles y callejones de la medina de Fez encontramos este increíble mausoleo.
No está permitido el acceso a los no musulmanes. Sin embargo sí es posible asomarse y hacer alguna foto del interior. Siempre con discreción y preguntando antes.
Madrasa Attarine
A poca distancia del Mausoleo de Mulay Idriss se sitúa la Madrasa Attarine.
Tiene el privilegio de ser la madrasa más antigua de Fez y fue construida en el año 1323. De tamaño más reducido que la de Bou Inania, su interior no te dejará indiferente, ya que es una auténtica obra de arte.
El patio está presidido por una pila de agua y a su alrededor hay varias columnas unidas mediante arcos que inevitablemente nos recuerdan a la Alhambra.
Para acceder a la Madrasa Attarine hay que pagar 20 dirhams (2 € – mayo 2019).
Todos los días de 9 a 17 h.
Universidad Al-Quarawiyin
Justo al lado de la Madrasa Attarine está la Universidad Al-Quarawiyyin.
Fundada en el siglo X es la universidad más antigua del mundo. El edificio está formado por 16 naves y 270 columnas y acoge en su interior una mezquita.
No está permitido el acceso a los no musulmanes. Así que, de nuevo, tendrás que conformarte con observarla desde el exterior.
Mezquita Sidi Ahmed Tijani
A poca distancia de la Universidad, escondida en un pequeño callejón, encontramos la Mezquita Sidi Ahmed Tijani. En su interior se halla el Mausoleo del santo argelino Sidi Ahmed Tijani quien adoctrinó durante varios años en todo el Magreb.
El acceso, tanto al interior de la Mezquita como al Mausoleo está prohibido para los no musulmanes.
Plaza Seffarine
En torno a esta bonita plaza se localiza el zoco del cobre.
El inconfundible sonido del metal te guiará hasta este rincón de la medina. Calderos, cazos, adornos…aquí los artesanos trabajan sin descanso dando forma a diversos tipos de materiales metálicos.
Los alrededores de Seffarine se fusionan con la propia plaza. De manera que no es difícil encontrar numerosos puestos con todo tipo de artilugios hechos de metal.
Curtiderías Chouara
Llegamos a uno de los lugares más auténticos de la medina de Fez. Estamos en el zoco de los curtidores de Chouara.
En este pintoresco zoco se sigue trabajando la piel tal y como se hacía desde la Edad Media. Aunque las condiciones de salubridad se cuestionan se trata de un trabajo totalmente artesanal, siendo por tanto seña de identidad de la ciudad.
Para comenzar, los hombres limpian las pieles para eliminar cualquier residuo de pelo. Luego las van colocando en diferentes cubetas para primero desinfectarlas y luego teñirlas.
Es increíble observar todo el proceso de tratamiento de la piel. Todo se hace de forma manual.
Visita a la curtidería
Intenta que tu visita a Chouara sea a primera hora de la mañana, momento en que hay mucha más actividad en la curtidería.
Para ver cómo los artesanos trabajan la piel lo mejor es subir a la terraza de alguna tienda. Desde las «alturas» se ve todo el recinto de la curtidería.
Nosotros preguntamos al dueño de una tienda si era posible acceder a su azotea. El señor fue muy amable, nos dejó subir e incluso nos regaló una ramita de menta para sobrellevar el olor.
Plaza R´cif
Esta plaza es el único lugar de la medina al que se puede acceder en vehículo. R´cif es un espacio amplio y abierto que comunica casi directamente con la bonita plaza Seffarine.
La explanada que ocupa la plaza está destinada a la venta ambulante por eso no es difícil ver numerosos puestos con miles de artículos.
También es la mejor opción para comenzar tu visita al llamado barrio andalusí, ya que está situado a poca distancia de esta plaza.
Barrio Ansalusí
Desde la animada Plaza R´cif o las concurridas curtidurías de Chouara es posible llegar a una de las zonas menos turísticas de Fez.
Hablamos del barrio andalusí, llamado así por ser el lugar donde se asentaron los los habitantes de Al-Andalus tras su expulsión de la Península Ibérica.
Nosotros pudimos recorrer buena parte de este barrio.
Visitamos, sólo por fuera, su fantástica mezquita, el mercado principal, una madrasa y terminamos en un mirador que nos regaló las mejores vistas de los tejados de la medina.
Nos encantó la tranquilidad del barrio andalusí. Fue como estar en otra ciudad diferente, menos caótica que la propia Fez. Sin duda, totalmente recomendable.
Barrio El-Jedid
La medina de Fez y el barrio andalusí están comprendidos dentro de lo que se conoce con el nombre de Fez El-Bali.
Sin embargo, más allá de la ciudadela de la medina hay otra zona un poco diferente a esta. Es la llamada Fez El-Jedid, que podríamos traducir como «Fez la nueva».
Fez El-Jedid está dividido principalmente en dos barrios: el barrio del Palacio Real y el mellah (barrio judío).
Palacio real
Nuestra visita a Fez El-Jedid comenzó por el Palacio Real. Este bonito edificio data del siglo XIV pero lo que vemos hoy en día es fruto de diversas remodelaciones y cambios.
No es posible acceder a su interior, ya que a día de hoy se sigue utilizando. Pero sus fotogénicas puertas harán que no te quieras marchar de allí sin una bonita foto.
Mellah
Justo al lado del Palacio Real de Fez se encuentra el mellah, el barrio judío de la ciudad.
Lo reconocerás fácilmente por la arquitectura de las casas. Todas ellas provistas de galerías o balcones de madera, normalmente de cedro, adornadas con herrajes. Este tipo de ornamentación se utilizaba con el fin de identificar los edificios donde vivían judíos.
El mellah es el primer barrio judío de Marruecos. Data del siglo XIV y llegó a tener una población de casi 250.000 habitantes. Todos ellos estaban al servicio del sultán quien, a cambio, les garantizaba protección.
La Rue des Mérinides es la avenida principal de este barrio. Y lo mejor es recorrerla para darse cuenta de la fuerte identidad del mellah.
Si decides adentrarte en el mellah no puedes marcharte de allí sin visitar la Sinagoga Ibn Danan y el cementerio israelita.
La sinagoga está localizada en un pequeño callejón de la avenida principal del mellah y visitarla no te costará más de 20 dirhams (2 € – mayo 2019). Su interior es sencillo pero conserva una gran Torá y un mikve (baño) situado en el sótano.
Una chica muy amable nos hizo de guía improvisada y nos estuvo contando un poco la historia del edificio.
En cuanto al cementerio israelita, llamado Gomlé Hassadim, se sitúa a pocos pasos del Palacio Real. Para entrar en él hay que abonar 10 dirhams (1 € – mayo 2019).
En su interior se conservan varias tumbas de judíos sefardíes de la Península Ibérica.
Pero la más relevante sin duda, es la tumba de Solica.
Una niña judía que fue degollada por no querer convertirse al Islam. La tumba de esta niña mártir es fácilmente reconocible gracias a sus tonos azules y sus inscripciones.
Borj Nord Y Borj Sud
Al hablar del Borj Nord y del Borj Sud nos referimos a las ciudadelas que bordean Fez.
Ambas fortificaciones tenían la misión de proteger y defender la ciudad de posibles ataques externos. En el Borj Nord es posible visitar el Museo de armas, abierto de 8:30 a 18 h y las antiguas tumbas de los reyes benimerines (s. XIV).
Y en el Borj Sud hay varias salas donde se muestran algunas exposiciones y un par de miradores.
Nosotros decidimos visitar el Borj Sud. Las vistas son muy similares desde ambas ciudadelas y la ventaja es que el Borj Sud suele tener menos afluencia de visitantes.
Fuimos a primera hora de la mañana y pudimos disfrutar de una increíble panorámica de Fez. La guinda perfecta a nuestro paso por la ciudad.
Fez es la esencia de Marruecos. Una ciudad que te cautivará desde el primer momento. ¿Te atreves a conocerla?
Completa tu viaje a FEZ:
Un post muy completo y súper útil como siempre, dan ganas de viajar YA a Fez 😍🧳🇲🇦Saludos viajeros desde La Belle Toulouse, tus recomendaciones nos ayudan mucho 🇫🇷🙌🏾🚂🍷🫕✨🇫🇷
Siii Fez es muy bonito. De hecho es mi ciudad preferida de Marruecos ☺️
Ojalá se pueda ir este año…a ver qué pasa🤩🤞