Bañarse en el Mar Muerto es una gran experiencia. Si visitas Israel no puedes perder la oportunidad de «probar» las aguas más saladas del mundo!!!
Un mar muy especial
El Mar Muerto es un lago de sal situado a 400 metros bajo el nivel del mar. Localizado en el Valle del Jordán es de una belleza increíble. De hecho la primera vez que lo veas quedará grabada para siempre en tu retina.
A las aguas de este mar se le atribuyen propiedades curativas y medicinales.
Esta circunstancia ha favorecido la proliferación en la zona de diversos balnearios y complejos hoteleros. Es el caso de Ein Bokek, una localidad costera situada a los pies del mismísimo Mar Muerto, culpable de atraer todos los años a cientos de turistas deseosos de conocer uno de los mares más peculiares de la tierra.
Así que si decides visitar Ein Bokek podrás disfrutar de las mejores playas de la zona, muchas de ellas de acceso gratuito y bastante tranquilas.
Además tienen la particularidad de estar situadas junto a las lagunas de evaporación del Mar Muerto que hacen que la orilla no retroceda nunca y siempre se mantenga el mismo nivel de agua.
En nuestra ruta por Israel de 10 días incluimos la visita a Ein Bokek. Queríamos sentir la sensación de flotar en agua salada y por supuesto queríamos ver ese mar con el que tantas veces habíamos soñado.
Para ello decidimos hacer noche junto a las ruinas de Masada. Esto nos permitió tener mucho más cerca el Mar Muerto y acceder fácilmente a Ein Bokek.
Cómo llegar al Mar Muerto
Para llegar a la localidad costera de Ein Bokek desde Masada (Centro de Visitantes) puedes tomar los autobuses 384, 444 y 486 operados por la compañía Edge.
El billete se compra directamente al conductor y su precio ronda los 16 shequels (4 € – marzo 2018).
El trayecto desde Masada al paseo marítimo de Ein Bokek dura 10 minutos.
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