Guimaraes tiene el privilegio de ser la ciudad donde nació Portugal.
En el siglo XII el rey Alfonso Henriques comenzó en este lugar la reconquista de todo el territorio portugués. En ese momento los musulmanes dominaban la península ibérica y había que parar su rápido avance.
Como no es de extrañar la localidad de Guimaraes posee aún vestigios de ese glorioso pasado. Varios edificios y monumentos históricos guiarán al visitante por las calles de una de las ciudades más bonitas del país vecino. Una ciudad que merece la pena conocer y que gracias a su cercanía a Oporto puede convertirse en el broche perfecto a un viaje por el norte de Portugal.
Si no sabes qué ver y qué hacer en Guimaraes este es tu post!
Tabla de contenidos
Qué ver en Guimaraes
Para conocer bien Guimaraes es necesario dividir la ciudad en tres zonas: Casco antiguo, zona del Castillo y Monte da Penha.
Casco antiguo de Guimaraes
El casco antiguo de Guimaraes es el corazón de la ciudad. Declarado Patrimonio de la Humanidad está repleto de edificios históricos y es además uno de los centros medievales mejor conservados de todo Portugal.
Sin duda, recorrer el casco antiguo de Guimaraes es imprescindible.
Largo do Toural
Cualquier visita a Guimaraes debería comenzar por el Largo do Toural.
Esta plaza está situada justo al lado de la muralla que rodeaba la ciudad. Una muralla que nos recuerda que en este mismo lugar nació Portugal.
En origen esta bonita plaza estaba situada extramuros y en ella se celebraban las ferias de ganado y productos. Es la plaza más antigua de Guimaraes y una de las más emblemáticas también.
Iglesia de la Consolación
Dejamos atrás el Largo do Toural y llegamos a una de las iglesias más bonitas de Guimaraes. Estamos en la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación.
Este templo comenzó a construirse en el siglo XVI pero no fue terminado hasta 1785. Todo el edificio es de estilo barroco y el interior guarda un espectacular retablo y varias pinturas.
La Iglesia de la Consolación está situada al final del Largo da Republica do Brasil, una larga avenida adornada con varios jardines.
Museo Alberto Sampaio
Cerca de la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación se halla el Museo de Alberto Sampaio, el museo de arte religioso de la ciudad. Si visitas Guimaraes no puedes perdértelo.
El museo expone las colecciones de la antigua colegiata de la vecina Iglesia de Nuestra Señora de la Oliveira y varias piezas de arte sacro.
Pero el mayor aliciente del edificio, sin ninguna duda, es el bellísimo claustro interior. Un remanso de paz y tranquilidad donde el tiempo parece haberse detenido casi por completo.
Tipos de entradas:
3 € (dic. 2019) entrada sencilla
6 € entrada conjunta (Museo + Palacio Duques de Bragança)
8 € entrada conjunta (Museo + Palacio Duques de Bragança + Castillo).
De 10 a 18 h
Lunes cerrado
Junto a la salida del Museo Alberto Sampaio hay unas escaleras que llevan directamente a una parte de las murallas.
Desde este punto es posible recorrer a pie dichas murallas por una plataforma metálica. Es la mejor manera de «viajar» al pasado medieval de la ciudad.
Largo da Oliveira
A pocos metros del Museo Alberto Sampaio se halla el Largo da Oliveira. La plaza más céntrica del casco antiguo de Guimaraes es también la más bonita.
El nombre «Da oliveira» viene dado porque en el centro de dicha plaza había un olivo, que posteriormente fue retirado.
Todo el conjunto del Largo da Oliveira es de interés pero hay dos elementos que destacan por encima del resto. Son la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira y el llamado Padrão do Salado.
La iglesia es de estilo gótico y está considerada patrimonio de interés nacional.
Y el Padrão do Salado es un monumento conmemorativo de la victoria de Castilla y Portugal sobre los árabes en la Batalla del Salado en el año 1340.
El Padrão se halla en el centro de la plaza y es uno de los símbolos indiscutibles de la ciudad.
Largo sa Tiago
Seguimos recorriendo el casco antiguo de Guimaraes y llegamos a otra plaza. Su nombre es Largo Sa Tiago.
La importancia de esta plaza viene dada por una leyenda. Según se cuenta, el apóstol Santiago, que pasó por la ciudad, trajo consigo una imagen de la Virgen María y decidió colocarla en este lugar. Por eso la plaza se llama Sa Tiago (Santiago).
El acceso al Largo Sa Tiago se hace a través de un pórtico. Tras cruzarlo aparece ante nosotros una hilera de bonitas casas de colores dispuestas alrededor de una curiosa plaza.
Si se visita Guimaraes con buen tiempo, el Largo Sa Tiago es perfecto para hacer una pausa, ya que en él hay varios restaurantes y bares.
Rúa Santa María
Terminamos nuestro recorrido por el casco antiguo de Guimaraes en la Rúa Santa María.
Esta angosta y larga calle es una de las más grandes de la ciudad y comunica directamente el centro histórico con la zona del Castillo.
La Rúa Santa María conserva aún ese aire medieval de antaño y tiene el poder de trasladar al viajero a otra época.
Zona del Castillo de Guimaraes
La zona del Castillo de Guimaraes también se conoce con el nombre de «colina sagrada» de la ciudad. Y es que junto a los muros del citado castillo el rey Alfonso Henriques ganó la batalla de San Mamede y empezó la construcción del reino de Portugal.
Palacio de los Duques de Bragança
El Palacio de los Duques de Bragança es una visita imprescindible en Guimaraes. El edificio fue construido en el siglo XV por orden del primer duque de Bragança, Alfonso I, quien según dicen quería el palacio para los encuentros con su amante.
El exterior del edificio es austero sin embargo el interior es mucho más «ostentoso».
Está formado por varias salas distribuidas en torno a un claustro de estilo gótico donde se exponen piezas de arte, cuadros, mobiliario y objetos de valor.
Las dos salas más importantes son la Capilla central que cuenta con unas espectaculares vidrieras.
Y la llamada Sala de los Banquetes, un enorme salón con un espectacular techo artesonado en forma de carabela invertida!!
Tipos de entradas:
5 € entrada individual (dic.2019)
6 € entrada conjunta (Museo + Palacio Duques de Bragança)
8 € entrada conjunta (Museo + Palacio Duques de Bragança + Castillo).
Todos los días de 10 a 18 h.
Castillo de Guimaraes
Para llegar al Castillo de Guimaraes hay que subir la pequeña colina donde se encuentra. Este castillo se construyó a mediados del siglo X y fue un encargo de la Condesa Mumadona para proteger un monasterio cercano de las continuas invasiones de árabes y normandos.
Posteriormente, en el siglo XII, el castillo se convirtió en fortaleza defensiva y vivienda particular de los condes de turno.
A lo largo de toda su historia el edificio se ha visto sometido a varias restauraciones que han hecho posible que hoy pueda visitarse.
Tras cruzar la puerta de entrada a la fortaleza lo mejor es subir las escaleras que conducen a las murallas y recorrerlas.
Para terminar tu visita no olvides subir a la torre del homenaje. Dentro de ella hay un pequeño museo donde se explica la historia del castillo y de Alfonso Henriques.
Tipos de entradas:
2 € entrada individual (dic. 2019)
6 € entrada conjunta (Palacio Duques de Bragança + Castillo)
8 € entrada conjunta (Museo + Palacio Duques de Bragança + Castillo)
Todos los días de 10 a 18 h
Iglesia de San Miguel do Castelo
Justo al lado del Castillo de Guimaraes hay una pequeña iglesia.
Su nombre es Iglesia de San Miguel y a pesar de su reducido tamaño es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. La razón es que en esta ermita fue bautizado don Alfonso Henriques, primer rey de Portugal o al menos, eso está escrito en la pila bautismal del interior del templo.
Debido a su importancia histórica esta iglesia fue declarada Monumento Nacional en el año 1910.
Entrada gratuita.
Monte da Penha
El Monte da Penha es el punto más elevado de Guimaraes. Se localiza a 7 kilómetros del centro de la ciudad y tiene una altura de 617 metros.
Todo el entorno del monte está repleto de árboles, zonas ajardinadas y algún que otro bar y restaurante. Es el lugar ideal para escapar de la ciudad y relajarse.
Santuario da Penha
En la parte más alta del Monte da Penha se halla el Santuario da Penha, un importante centro de peregrinación donde cada 2 de septiembre acuden los fieles más devotos.
El Santuario fue construido a mediados del siglo XVIII y está dedicado a Nuestra Señora de la Penha. La iglesia está hecha de granito y resulta más bonita por fuera que por dentro.
Junto al santuario hay un mirador desde el que se tienen las mejores vistas de Guimaraes.
Cómo llegar al Monta Da Penha
La mejor manera de llegar al Monte da Penha es usando el teleférico situado en la Rúa Aristides de Sousa Mendes número 37, cerca de la Iglesia de la Consolación.
El trayecto hasta la parte superior del monte dura unos 8 minutos aproximadamente y en ese tiempo se cubre un desnivel de 400 metros.
Ida 4 € (dic 2019) // Ida/Vuelta 7,5 €
El horario varía en función de la época en que se visite. Para más información haz clic en este link.
También es posible subir al monte en coche. El camino es sencillo aunque con bastantes curvas.
Dónde dormir en Guimaraes
Ya hemos visto qué ver en Guimaraes. Ahora toca hablar de dónde dormir.
Cuando buscamos alojamiento en esta ciudad tuvimos claro que lo mejor sería alojarse en el casco antiguo. Así que nos pusimos manos a la obra y elegimos el Hotel Mestre de Avis. Un hotel céntrico pero tranquilo. Una delicia de lugar.
Hotel Mestre de Avis
Características:
- Hotel situado en pleno casco antiguo de Guimaraes, a pocos metros del Largo do Toural. El edificio es precioso ya que se trata de una antigua casa medieval reconvertida en hotel.
- Personal atento, amable y muy servicial. Recepción abierta 24 horas.
- Precio habitación doble sin desayuno: 41 €/ noche (dic 2019). Habitación grande, acogedora y muy silenciosa.
- Para acceder a las habitaciones hay que subir escaleras. No hay ascensor 🙁 así que este aspecto debe tenerse en cuenta.
- El hotel dispone de restaurante en la planta inferior.
- Posibilidad de reservar plaza de parking en la misma puerta del hotel. Precio: 9 € / día.
- Muy buena relación calidad-precio.
Conclusión:
Por su ubicación, su confort y su estupenda relación calidad-precio el Hotel Mestre de Avis es uno de los lugares a los que volvería sin dudarlo.
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