La isla sagrada de Miyajima es uno de los lugares más espirituales y mágicos de todo Japón. Situada en el mar de Seto la imagen de su gran Torii queda grabada en la retina para siempre.
Tabla de contenidos
Cómo llegar a Miyajima
Dada la proximidad de Miyajima a Hiroshima lo mejor es tomar esta ciudad como punto de partida. Desde aquí hay dos opciones para llegar a la isla.
Sanyo Line + Ferry
La Sanyo Line pertenece a la red de Japan Rail Pass y parte de la estación central de Hiroshima. Este trayecto lo realizan trenes locales que salen con bastante frecuencia.
De Hiroshima a Miyajima-guchi hay media hora de camino. Una vez aquí hay que dirigirse al puerto de esta localidad situado a pocos metros de la estación, caminando en línea recta.
Desde el embarcadero del lado derecho sale el ferry que lleva directamente a la isla de Miyajima.
Hay que destacar que el trayecto desde el puerto de Miyajimaguchi a la isla sagrada lo cubren dos compañías de ferry: JR y Matsudai Kisen. Por eso debes fijarte bien dónde subes ya que tu JR te da acceso gratuito a usar el ferry de JR pero no el segundo barco.
Para viajar en el Matsudai Kisen hay que comprar un ticket nuevo ya que no está incluido dentro de la red de Japan Rail Pass.
Ferry directo de Hiroshima a Miyajima
La forma más rápida para ir a Miyajima desde Hiroshima es usando el barco directo que une el centro de la ciudad con la isla.
La empresa Aqua net es la encargada de cubrir el trayecto que dura tan solo 40 minutos. Los barcos salen desde un muelle situado junto al Parque de la Paz.
El precio del billete no es muy económico pero comodidad y rapidez son indiscutibles en este caso.
Nosotros elegimos la combinación de Sanyo Line y Ferry ya que teníamos activado el Japan Rail Pass.
Qué ver en Miyajima
Santuario Itsukushima y su Torii
El Gran Torii flotante de Miyajima es el encargado de darnos la bienvenida.
Con dieciséis metros de altura y pintado de un llamativo color bermellón es el símbolo indiscutible de la isla y también la puerta de entrada al Santuario Itsukushima.
Este precioso santuario está construido totalmente sobre el mar.
Debido al carácter sagrado de la isla los plebeyos tenían prohibido pisarla y por tanto la única manera de acceder a Miyajima era en barco, entrando por el Torii que vemos en la actualidad.
El complejo del santuario está formado por varios edificios, incluyendo una sala de oración, un salón principal y un teatro.
Todos ellos están conectados entre sí por pasarelas de madera sobre pilares fijados al mar. De esta manera cuando sube la marea da la sensación de estar flotando.
Es un verdadero privilegio poder recorrer cada uno de los rincones del Santuario Itsukushima. Nosotros no queríamos marcharnos de allí ♥
Aunque por norma general el acceso a todos los santuarios es gratuito en este caso hay que pagar 300 yenes (2,4 € – nov 2018) para poder visitarlo.
Todos los días de 6:30 a 20 h.
Goju – No -To Pagoda
Justo al lado del Santuario Itsukushima hay una bonita pagoda. Su nombre es Goju-no-to y fue construida en el año 1407. Tiene veintiocho metros de altura y está dedicada al Buda de la Medicina.
La pagoda Goju-no-to combina a la perfección los estilos japonés y chino. El techo está realizado a base de tejas de corteza de ciprés japonés y las paredes están talladas al detalle.
No es posible visitar su interior. Tendrás que conformarte con verla solo por fuera.
Templo Daisho- In
Nuestra intención desde el primer momento fue pasar una noche en Miyajima.
Queríamos disfrutar de la isla y recorrer cada rincón sin prisas. Y eso fue lo que hicimos. El día que llegamos lo dedicamos a visitar el Santuario Itsukushima y el segundo al increíble Templo Daisho-in.
Totalmente integrado en la ladera del Monte Misen, la montaña más alta de Miyajima, el templo Daisho-in fue un gran descubrimiento para nosotros.
Es impresionante cómo poco a poco cada uno de sus niveles va atrapando al visitante sin que se dé cuenta.
El templo es budista y durante algunos años fue hogar de varios monjes tibetanos.
Uno no sabe muy bien dónde comienza la visita al Templo Daisho-in, ya que los diferentes santuarios, escaleras y salas se van entrelazando de tal manera que pareces no darte cuenta si subes o bajas.
Ese es uno de los muchos encantos de este templo que a mi parecer se merece una visita si decides acercarte a Miyajima.
Entrada gratuita.
El templo Daisho – In se puede visitar todos los días de 8 a 17 h.
La isla de Miyajima es magia pura, es energía, es espiritualidad, es única.
Para mí es uno de los lugares más bonitos que he visto jamás. Por eso llevo guardado su recuerdo en mi memoria!!
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